Las condiciones de vida en Kempe han cambiado radicalmente. Se acabó el hacer largas caminatas para poder alcanzar el agua. Las más beneficiadas: las mujeres y las niñas. 

El derecho al agua es algo fundamental en la vida de las personas. En la RD del Congo no suele haber problema de agua. Hay muchísima. El río Congo es el de mayor caudal de África. Entonces, ¿cuál es el problema? El acceso al agua. No se facilita el acceso a un bien tan fundamental para la vida y que tanto abunda en esta región. 

 Hasta ahora, normalmente las mujeres y las niñas, tenían que desplazarse varios kilómetros para llegar a la zona de afluentes y poder recoger agua en un recipiente que transportaban en sus cabezas. Era un trabajo arduo y expuesto a peligros. Desde Bulanda se ha promovido la construcción de un pozo en el poblado de Kempe. Se trata de una perforación hasta llegar a capas de agua “potables” y mediante un sistema de bombeo por energía solar, se propulsa a un depósito que está en alto y desde el que se distribuye a varios grifos para poder coger el agua que sea necesaria. 

Algo tan simple y tan necesario no había sido posible hasta ahora. La vida en el poblado ha cambiado radicalmente y el tiempo que se dedicaba al transporte del agua se puede utilizar en otros menesteres. 

La financiación ha sido a cargo de las aportaciones de los socios y, en gran parte, de uno de ellos. Las noticias que recibimos desde Kempe son de máximo agradecimiento y así os lo hacemos llegar a vosotros, que lo habéis hecho posible. En nombre de los habitantes de Kempe: Muchísimas gracias, bulanderos y bulanderas.