Nuestra estancia en RD del Congo ha sido muy provechosa.

Un total de cuatro voluntarios y diez voluntarias de Bulanda, divididos en dos grupos de siete cada uno, y dirigidos por Augustin Kalamba, han conformado la expedición de este verano a la RD del Congo. El primer grupo llegó hasta la región de Kasayi y pudieron comprobar in situ el desarrollo de cada uno de los proyectos que se estaban ejecutando y supervisar el estado de conservación de los proyectos realizados el pasado año. Cargados de maletas, pudieron distribuir medicinas, ropa, calzado y juguetes en los diversos centros que visitaron…. y también unas equipaciones que el Sevilla FC nos facilitó. Además, llevaron personalmente en sus mochilas desde Alcalá, diversos ordenadores portátiles para equipar el aula de informática de un centro escolar en Mikalayi. Pudieron ver cómo iba evolucionando la perforación para la construcción del pozo en Kempe e hicieron un seguimiento a la cochinera que se estaba construyendo en el propio orfanato de Mikalayi, lugar donde el grupo tenía su estancia principal y en el que pudieron compartir el día a día con los niños que allí residen.  La idea inicial es que fuera el segundo grupo el que hiciera la inauguración del aula de informática, el pozo y la cochinera, ya que estaba prevista su finalización para la segunda quincena de agosto. Sin embargo, no pudo ser. El segundo grupo no pudo llegar hasta la región de Kasäy porque los vuelos que conectaban la capital, Kinshasa, con Kananga, fueron suspendidos. Finalmente, tuvo que ser uno de nuestros colaboradores locales, Justin Kalala, el que hizo el seguimiento para ultimar los proyectos y hacer la inauguración de cada uno de ellos. El segundo grupo, ante la imposibilidad de desplazarse a Kananga y superada la decepción, optó por viajar en camioneta a otras zonas de la RD del Congo, en dirección a Matadi,  y conocer otras realidades y obras sociales de nuestros socios locales. Entre col y col, tuvimos la oportunidad de acondicionar el aula de un centro para personas con discapacidad, adquirimos la cubierta para reparar el techo de un orfanato en Kimpese, hicimos entrega de ropa y calzado a un orfanato regido por las salesianas…. Como resultado de todo ello y tras las recepción que tuvimos en la Embajada española, con almuerzo incluido, se valoró la necesidad de abrir otras líneas de intervención en Kinshasa y alrededores. El embajador se mostró dispuesto a colaborar con Bulanda.  

Durante el verano os hemos ido informando a través de las redes sociales de todo lo que ha ido pasando y de los tres proyectos que se han culminado: aula de informática en Mikalayi, pozo en Kempe y cochinera para el orfanato de Mikalayi.  Donde antes había un ordenador para todo el centro, ahora tienen un aula equipada con red e impresora. Donde antes tenían que andar varios kilómetros para coger agua y volver, ahora la tienen a unos pasos. Donde antes tenían problemas para garantizar la alimentación, ahora disponen de una granja de cerdos para alimentarse e incluso generar ingresos. No lo olvidéis: Esto es posible gracias a los bulanderos y bulanderas que formáis parte de esta aventura. Sigamos adelante. 

 

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